Blog dedicado a la biografía breve de personajes destacados y curiosos de la provincia de Guadalajara, hasta el siglo XX, por Tomás Gismera Velasco.-correo: tgismeravelasco@gmail.com

domingo, enero 22, 2017

FRANCISCO REDONDO MATEOS



FRANCISCO REDONDO MATEOS

Soldado
Tordelloso (Guadalajara), 1877- Madrid, 3 de enero de 1897

   Francisco Redondo fue uno de los muchos soldados que fueron llamados al ejército para la defensa de las colonias españolas en Ultramar a las que, mayoritariamente, acudían hijos de familias de escasos recursos ya que quienes podían hacerlo pagaban a personas necesitadas para que fuesen en su sustitución.

   Nació en Tordelloso (Guadalajara), hijo de agricultores pobres, y partió hacia Cuba, con otros jóvenes de la comarca en 1895.




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   Fue repatriado a España, tras haber sufrido heridas que terminarían con su muerte, en el mes de diciembre de 1896, gracias a la iniciativa del periódico madrileño El Imparcial, que costeó el viaje de este y algunos más, así como su traslado a un hospital, su tratamiento y, finalmente, su entierro. Falleció poco después.

   Aquél y el semanario guadalajareño La Crónica, se hicieron eco de su entierro:

   “Antes de ayer se verificó en Madrid el entierro del soldado de Cuba, Francisco Redondo Mateo, de Tordelloso, Guadalajara, que perteneció al regimiento de Infantería de Guipúzcoa.

   A las diez de la mañana salió del sanatorio de la Cruz Roja la carroza conduciendo el cadáver. Formaban el duelo los Sres. D. Bruno Pascual Ruilópez, diputado por Sigüenza, a cuyo distrito pertenece el pueblo en que nació Francisco Redondo; el Sr. Díez Vicario, representante de la Cruz Roja; el Sr. Rey, practicante del Sanatorio, y un redactor de El Imparcial.




   De la carroza fúnebre pendía una artística corona que la empresa de El Imparcial dedicaba a la memoria del soldado que perdió en Cuba su salud en defensa de la patria.

   En las cintas de la corona se leía esta inscripción: “El Imparcial al soldado de Cuba Francisco Redondo”. Descanse en paz”.

   Sus padre, dada su escasez de recursos económicos, no pudieron asistir al sepelio. Días después recibieron del periódico de referencia un donativo de 25 pesetas, recaudadas entre los lectores.

   Tomás Gismera Velasco

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