Imón (Guadalajara), 16 de enero de 1863
– Madrid, 5 de septiembre de 1935
Nació ocasionalmente en Imón, trasladándose
posteriormente a Valzado (Soria), junto a la familia, y desde donde, a los diez
años de edad, se trasladó a Madrid para afincarse definitivamente en la capital
de España, dejando los estudios para comenzar a trabajar a los 17 años de edad
en un importante establecimiento de ultramarinos, donde aprendió el oficio.
En 1887
se estableció por cuenta propia, haciéndose popular en el Madrid de la época a
través de una tienda de ultramarinos ubicada en la madrileña plaza de Olavide,
en el distrito de Chamberí, plaza que posteriormente ocupó el mercado de
abastos municipal del mismo nombre, ideado y promovido por él, posteriormente
derribado, y en el que se colocó una placa a su memoria en los días posteriores
a su fallecimiento.
Fue vocal de la patronal comercial desde los
años finales del siglo XIX, así como presidente del Gremio de Comestibles y de
la Asociación de Industriales de Plaza y Carruajes de la villa de Madrid, desde
donde dio el salto a al Ayuntamiento de Madrid, del que sería primero concejal
y posteriormente teniente de Alcalde, siendo en numerosas ocasiones acusado de
caciquismo, al acudir a solicitar el voto, puerta a puerta y comercio a
comercio en algunas de las votaciones, en un vehículo municipal.
Afiliado
al partido Liberal y amigo del conde de Romanones, figuró por vez primera en la
lista a concejales madrileños en 1903, pasando desde entonces por diversos
cargos y representaciones tanto en el Ayuntamiento de la capital, como en su
diputación, al tiempo que formó y participó en varias organizaciones culturales
y castizas madrileñas que incrementaron su popularidad, hasta hacerlo ser
habitual de la prensa de la época en fechas próximas a las fiestas de carnaval
o San Isidro.
Falleció,
casualmente, el mismo día en el que Madrid le rendiría homenaje descubriendo en
el mercado de Olavide la placa a su memoria.
En
justicia, hemos de reconocer que a pesar de ser nacido en Imón nunca fue de
guadalajareño por los madriles, teniéndose como natural de Valdanzo donde,
fuera de Madrid, más tiempo, amistades y familia conservó, y donde fue
homenajeado en algunas ocasiones.
Tomás Gismera Velasco