JORGE
DE LA GUARDIA VEGA
Médico
Málaga (¿?).Madrid, h. 1940.
Estudió medicina en Madrid, en la Facultad de Ciencias de su Universidad
Central, en la que se licenció en 1888, opositando al año siguiente, a fin de
acceder a uno de los puestos de médico de la Armada española obteniendo la
suficiente calificación para ocupar plaza, a pesar de ello renunció a ella
accediendo al puesto de Médico de la Beneficencia municipal de Galve de Sorbe
en 1890. Posteriormente lo seria de Atienza, Miedes, Ujados y Bañuelos.
Muy relacionado con Atienza, en la villa contrajo matrimonio con la
atencina Fabiana Izquierdo Iturralde, hija del médico Paulino Izquierdo Díaz, de
cuyo matrimonio nacieron varios hijos, de los que alguno de ellos continuó la
trayectoria médica del padre, entre ellos Paulino.
Fundó en Atienza, en el mes de abril de 1899, junto a Eduardo Contreras
y otros ilustrados vecinos y residentes en la villa, la revista Atienza
Ilustrada, de la que fue director artístico, a la vez que colaborador con artículos
de medicina, junto a otros en los que reseñó la semblanza vital de prestigiosos
médicos guadalajareños de todos los tiempos. Fue igualmente director artístico
de su continuadora “Alcarria Ilustrada”. Siendo igualmente colaborador gráfico
del entonces semanario Flores y Abejas.
Venía ocupando entonces la plaza de médico de la beneficencia en el
municipio de Miedes, cargo que desempeñó durante buena parte de su vida activa,
hasta 1911, pasando posteriormente a ocupar el mismo cargo en Madrid, sin que
ello lo desvinculase de aquella tierra.
Fue igualmente médico de Bañuelos y de Ujados, pueblos limítrofes con
Miedes, y junto a otros conocidos miembros de la alta sociedad comarcana fundó
la compañía Eléctrica de Santa Teresa, que llevó la luz eléctrica a las
poblaciones del entorno de Atienza, tras adquirir un antiguo molino de papel en
la localidad de Somolinos, convertido en central eléctrica en 1903.
Atraído por diversas artes, formó parte del colectivo madrileño de
“médicos artistas”, mostrando dentro de él, y en diferentes exposiciones
llevadas a cabo en el Círculo de Bellas Artes a lo largo de la década de 1920,
su pasión por la pintura, de la misma forma que fue un auténtico entusiasta del
coleccionismo, llegando a reunir ingentes cantidades de postales, fotografías
y, como aficionado a la filatelia, sellos de correos, sin que de entre estas
aficiones faltasen la heráldica. Fue igualmente un gran dibujante y
caricaturista.
Tomás Gismera Velasco