Blog dedicado a la biografía breve de personajes destacados y curiosos de la provincia de Guadalajara, hasta el siglo XX, por Tomás Gismera Velasco.-correo: tgismeravelasco@gmail.com

sábado, febrero 03, 2024

JOSÉ RAMÓN LÓPEZ DE LOS MOZOS

 

RECORDANDO A LÓPEZ DE LOS MOZOS, A LAS PUERTAS DEL CARNAVAL

José Ramón López de los Mozos, lo estudió del derecho y del envés

 

   El 16 de febrero de 2004, tras los saludos de rigor, don José Ramón López de los Mozos abrió la terna de tres conferencias que daban paso a la celebración del Carnaval de la ciudad, patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Guadalajara, con palabras de las que se hizo eco el auditorio:   Llegan estas fechas y con ellas llega el tiempo de las confusiones, de los cambios y alteraciones de lo que normalmente consideramos como normal…

   Y continuó su charla, no demasiado extensa, hablando de todos esos cambios que por estos días se producen. Al término de ella, cuantos la escucharon concluyeron que, a la par que sorprendente, fue una de las mejores y más doctas intervenciones que ofreció el Sr. López de los Mozos a lo largo de su dilatada carrera en busca de plasmar, estudiar o investigar las tradiciones populares de la provincia en que nació. En este caso hablaba de carnaval, pero pudo ser de cualquier otra manifestación festiva.

 

El recuerdo al erudito etnógrafo

   Vino al mundo en la capital, un premonitorio día de San Blas, a las puertas del carnaval de 1951; hijo de don José López de los Mozos Chacón y de doña Margarita Jiménez Descalzo, encaminando sus estudios hacía la docencia, concluyéndolos como Profesor de enseñanza primaria; dedicación a la que no se entregó por mucho tiempo, pues hechas las prácticas, y dadas algunas clases por pueblecitos de la Alcarria, optó por incorporarse al funcionariado dentro de la Diputación provincial de Guadalajara en los primeros años de la década de 1970, al tiempo que comenzaba a introducirse en la vida cultural de la ciudad. En el mes de octubre de 1972 era elegido Secretario del Club Alcarreño de Montaña. Tomando parte, en este mismo tiempo, en el homenaje que se llevó a cabo en numerosos pueblos alcarreños al autor del “Viaje a la Alcarria”, Camilo José Cela.

   También hizo por entonces sus pinitos poéticos, declamando sus primeros versos en Sigüenza cuando comenzaba su andadura el año 1973; se significaba como coleccionista de libros de etnografía e incluso trató de llevar a cabo algunos ensayos políticos al presentarse a concejal por el Ayuntamiento de Guadalajara. También comenzaba a colaborar en periódicos provinciales, y en el nacional Pueblo, sección Guadalajara, dando cuenta de lo que por aquí sucedía. Hasta incorporarse, en la primavera de 1975 al entonces periódico provincial Flores y Abejas, con el que colaboraría por espacio de más de treinta años, con artículos, principalmente, relacionados con el costumbrismo y la historia provincial, sin dejar de lado las crónicas del acontecer diario.

   Complicado señalar de dónde le surgió la vena etnográfica o etnológica; la afición al coleccionismo de detalles pintorescos en torno al costumbrismo festivo o tradicional de la provincia de Guadalajara, que se rindió a sus conocimientos, hasta tenerlo, andado el tiempo, como un referente en este campo; o al seguimiento de las tradiciones, de las costumbres o las leyendas de una provincia adormecida en cuanto a ciertos asuntos y que, en esta década de 1970, comenzó a despertar a las tradiciones populares, rescatando hábitos o costumbres que dormitaban en el baúl de los recuerdos, en lo más recóndito de los desvanes de nuestros pueblos. Ya le venía quitando las telarañas de esos sueños un hombre de estos pagos, con el que López de los Mozos intimó y a quien consideró su maestro en el arte de recuperar tradiciones, aunque fuese para dejar testimonio escrito de lo que fueron, Sinforiano García Sanz, entendido y sabio, en algunos de estos quehaceres.

 

Un alumno aplicado

   Mucho del conocimiento que más tarde entregaría López de los Mozos a la provincia, llegaría sin duda de la sabia ciencia de García Sanz cuando, inteligente nuestro genio de Robledillo, población natal de don Sinforiano, y conociendo este la cara oculta de la política, cuando el alumno fue a convencer al maestro para que pusiese su biblioteca etnográfica a disposición de los alcarreños, se ofreció a ello, pero a cambio de… López de los Mozos fue el encargado de purgar y catalogar los libros de García Sanz, y aquí surgió otra historia, otra aventura, puede que otra pasión. Desde entonces, López de los Mozos se convirtió en una enseña de Guadalajara, queriendo hacer más destacable y grande una ciencia que hasta los últimos decenios del siglo XX había permanecido escondida entre las páginas de los libros de historia: la etnografía, las fiestas y costumbres; el vestuario tradicional, los sonidos, las botargas, los mayos, los dichos… Todo lo que no eran cuadros, murallas, iglesias o castillos. Costumbrismos y tradiciones que formaban parte de la historia; de la vida de nuestras gentes, que también gustaron de la diversión en todas sus facetas.

   Su conocimiento, y descubrimientos, los dio a conocer a través de todos los medios de prensa provinciales: diarios, semanarios o revistas mensuales o anuales con los que colaboró, dirigió o fundó; desde el mencionado semanario Flores y Abejas, en el que inició sus pasos, a la “Prensa Alcarreña”; desde las revistas de Etnología de Guadalajara, a la no menos mítica Wad-al-Hayara; Anales Seguntinos, o la más que popular Revista de Folklore que, desde Ureña, en Valladolid, recorre el mundo; y en la que vieron la luz algunos de los más sazonados trabajos de nuestro hombre. Sin que faltase este Nueva Alcarria, que fue parte de su vida, hasta el fin de sus días.

   Descubrió y estudió las botargas de la provincia; los libros históricos de la provincia; las fiestas; la época oscura en la que los franceses ocuparon esta tierra que, encabezada por Juan Martín el Empecinado, se alzó contra ellos; la fotografía; las leyendas, las estelas discoidales, los despoblados, la toponimia provincial, la muletería de Maranchón, villa de la que fue Cronista oficial; las cofradías de la ciudad y provincia… A todo dedicó una parte de su tiempo. Llegando a contar con un inmenso cajón bibliográfico en el que entraron todas las notas posibles e imposibles sobre la cultura popular de los pueblos de Guadalajara.

 

 


 

 

El Carnaval provincial

   Y también al Carnaval dedicó su tiempo; por ello, al llegar estos días, el pensamiento se va a sus investigaciones, ya que fue uno de los pioneros en la provincia de Guadalajara en estudiar y plasmar en prensa y libro escrito, las fiestas que, con sus excesos y con sus ruidos, preludian los silencios que están por llegar. Quizá por ello, quienes lo escucharon aquella tarde juzgaron que la conferencia sobre el Carnaval que dictó en el mes de febrero de 2004, fue una de sus mejores intervenciones en este campo. El público salió convencido, y complacido, de que nadie como él conocía sus ritos. En su intervención habló de botargas, de vaquillas, de vaquillones, de zorras y zorramangos, de diablos y mascaritas, de alcaldes de mozos y alcaldes de quintos, de testamentos de ahorcados en efigie y de cartas burlescas, de blasillos y de aguedillas, de gallos y de cabros, de inocentes y de inocentadas, de casados y casadillos…; todo confundido, todo en unidad, todo enmascarado, con su cachiporra y sus chaquetones arlequinados, a lo botarga… ¡la larga!

   Y, al fin, tras treinta minutos de mantener al auditorio expectante, concluyó con su definición de lo que son estos días, que invitan al conocimiento o redescubrimiento de su obra, a fin de entender los que vienen: … el Carnaval significa la inversión y la escapatoria. Por eso se ríe de él mismo y de todos nosotros, partícipes envilecidos, y nosotros, a su vez, nos reímos de él, que somos nosotros mismos, nuestra forma de ser, nuestro espejo, nuestro sueño querido o denostado…, pero humano y nuestro al fin…

   Por estos días al público, su público, a sus botargas, vaquillas, diablos y vaquillones, tan sólo les queda la opción de colocarse la careta, y cencerrear en su honor.

 

Tomás Gismera Velasco/ Guadalajara en la Memoria/ Periódico Nueva Alcarria/ Guadalajara, 2 de febrero de 2024

 

 

 


 BOTARGAS Y ENMASCARADOS DE GUADALAJARA (Pulsando aquí)

 

 

 

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