SANTIAGO BERNAL. El Señor Fotógrafo
El paisaje se acostumbra a ver al fotógrafo detrás de la cámara y, cualquiera que le observa, olvida que una vez plasmada la fotografía se plasmó, en el papel, la mirada viva del autor de la obra. Que el paisaje pasa a pertenecerle.
Hace no mucho tiempo, quizá sesenta o setenta años, que los paisajes de Guadalajara, sus fiestas y tradiciones, sus monumentos, montes y caminos, se acostumbraron a la mirada de Santiago Bernal pateando campos con una cámara de fotos en la mano, otra colgada del cuello y alguna más en la mochila o el bolsillo; atajando por barbechos y acortando callejones para llegar al lugar exacto en el momento preciso en el que las procesiones debían aparecer al doblar la calle en cualquier pueblo, por las trochas de Almiruete; o las calles de Guadalajara; persiguiendo a los botargas alcarreñas o mirando danzar diablos por los barrancos de Luzón, tras una cámara de fotos.
Ha pasado ese tiempo, que no es nada. O tal vez si, una canción. Un tango, un corrido mexicano, o una jota castellana con ritmo de dulzaina. Es la mirada puesta, tras una cámara de fotos, que luego quedará impresa en un papel. Un lienzo pintado a plumilla de artífice de un arte silencioso y silenciado en laboratorio de ideas escondidas.
Santiago Bernal, tornó todos los meses de mayo, el mes de los colores, de la primavera, las romerías el sonido de las dulzainas y el mecerse de los pendones y estandartes, viva mirada de una Guadalajara a ritmo cambiante, de migraciones, de fiestas y tardes de eras con parva de mies rubia y andar cansino de una pareja de mulos soportando la trilla; a Santiago Bernal, mirada viva tras la cámara plasmando la tarde en su lienzo fotográfico se le podía encontrar, por estos meses que van de mayo a septiembre por cualquier rincón de la provincia, retratando escenas de la vida de una provincia en evolución.
Al ritmo lento de un reloj mal acompasado que cambió las mulas de labor por el tractor; y mudó el carro por el vehículo a motor y la plácida serenidad del pueblo por el bullicio de una ciudad incorregiblemente seca, desconocida e impasible. Se tornó en lienzo la mirada viva de las fiestas provinciales, y el gesto severo de sus protagonistas. a golpe de cámara de Santiago Bernal, fotógrafo.
Fue, Santiago Bernal, viva mirada de la viveza de una Guadalajara que dejó atrás el negro, y el gris, y se mudó al color; el hombre que supo, trasmochando trochas, retratar, como antes hiciesen otros fotógrafos de un tiempo pasado, retratar el alma, el paisaje, la esencia, el olor, el color de una provincia. La mirada viva en los ojos inquietos del hombre, señor fotógrafo, de las tierras tercas en ocasiones y otras pobres, ariscas más y coloridas siempre, de Guadalajara.
En estos días, en los que el color del mes de mayo vuelve a los campos de la provincia, parece que se vuelve a ver, a descubrir la mirada viva de Santiago Bernal a través de su obra. Y del paisaje alegre de una Guadalajara a la que sacó los colores. Santiago Bernal, mirada viva de una Guadalajara en blanco y negro, pincelada a color por la sencillez del alma de poeta. Señor fotógrafo de la provincia de Guadalajara que, por mayo, se vistió de fiesta.
Santiago Bernal Gutiérrez, fotógrafo, nació en Santiuste de San Juan Bautista (Segovia), el 24 de julio de 1927; vivió casi toda su vida en Guadalajara. Continuó la obra del fotógrafo provincial Tomás Camarillo Hierro, siendo autor de numerosas exposiciones y obras gráficas en las que se plasmó la vida festiva, o rural, de la provincia de Guadalajara, desde las décadas de 1950 hasta las presentes. Su trabajo fue reconocido con numerosos galardones: “Abeja de Oro de la Provincia”; “Melero de Plata de Guadalajara”; “Medalla de plata del Ayuntamiento de Guadalajara”; etc. Fue Presidente e impulsor durante varios decenios de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara; perteneciendo a numerosas asociaciones, y entidades y agrupaciones culturales de la provincia. Falleció en Guadalajara, el 4 de agosto de 2021.
Tomás Gismera Velasco/ Gentes de Guadalajara/ Henares al día. Com/ Mayo 2022
EL VALLE DE LA SAL, LA NOVELA QUE DEFINE UNA TIERRA. Conócela aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario