Médico, músico y periodista.
Guadalajara, 1856 - Alcalá de Henares, abril de 1933
BUDIA. ENTRE LA HISTORIA Y SUS GENTES
Budia (Guadalajara) se encuentra en el partido de Brihuega, a poco más de 50 kilómetros de Guadalajara, y se llega a él pasando antes por Romanones, los Yélamos y todo el verde restallante del valle de San Andrés; lo primero que encuentra el viajero es la ermita, grande y perfecta, como una iglesia ancestral, de la Virgen del Peral de la Dulzura, patrona de Budia y muy querida de todos sus habitantes. Encima de la puerta una lápida señala el año 1688 como el de su construcción definitiva, aunque su raíz es más antigua.
BUDIA, ENTRE LA HISTORIA Y SUS GENTES. UN LIBRO PARA CONOCER BUDIA (Pulsando aquí)
En el pueblo, debajo de la cuesta, todo es interesante. Su plaza Mayor de las mejores de la provincia de Guadalajara, ha sabido conservar plenamente hasta hoy su sabor de pasadas centurias. La calle del Bronce, la calle de las Marujas y también otras de medieval sabor, con sus oscuros portalones, sus rejas y orgullosos aleros, dándole un aire inconfundible de pueblo castellano. Luego la iglesia, con su portada renacentista y la gente toda, con su aire alegre y cordial, invitándonos a la prolongada estancia.
En 1732 abrió el convento de Carmelitas bajo el patrocinio espiritual de Fray Bernardo de San. Cien años duró su presencia y hoy solo quedan unos mínimos restos de sus muros.
La industria de cueros y cordobanes tuvo un gran auge en Budia en siglos pasados. Restos de sus pasados festejos gremiales es la “Sampedrá” de hoy, en que jóvenes y viejos danzan alrededor del fuego cubiertos sus rostros con caretas y disfrazados a cuál y mejor, hasta caer rendidos de cansancio.
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