Médico
Guadalajara,
1 de marzo de 1828 – Granada, 1 de junio de 1897
Juan Creus Manso nació en Guadalajara el 1 de
marzo de 1828.
Fue una de las figuras más importantes de la
Cirugía española del siglo XIX, a la que dio un prestigio igual o superior al
de otros países y en la que sobresalió por la perfección en el diagnóstico y
por su dominio de la práctica quirúrgica gracias a su solidez de conocimientos
y a una amplia base anatómica, que le permitió operar con precisión, rapidez y
limpieza no superadas por ningún otro; como cirujano, asimiló rápidamente e
impuso con decisión los nuevos adelantos médicos de la asepsia y la antisepsia;
fue maestro y guía de los cirujanos de su época y uno de los creadores de la
especialidad de Vías Urinarias en la que destacó por los estudios anatómicos,
especialmente los de la región perineal, pubo-peneana y escrotal, que diseca y
expone ampliamente con criterios quirúrgicos así como analiza la próstata y la
uretra meticulosamente con sus medidas y disposición con lo que facilita la
práctica de la uretrotomía y la litotricia, que son sus mayores aportaciones,
así como la descripción de una nueva vía de abordaje perineal y su método de
circuncisión.
Hombre serio, de penetrante mirada, infundía
respeto e incluso miedo, modesto, de carácter conservador y muy religioso,
antes de comenzar la operación se encomendaba a Dios para que lo iluminara,
llevaba siempre colocado el birrete tanto en la cátedra como en la clínica; su
modestia le hizo rehusar gran parte de las distinciones que le ofrecieron, era
respetado, admirado y querido por todos.
Nacido en el seno de una familia humilde, estudió
en el seminario de Sigüenza y, en 1846, inició la carrera de Medicina en la
Facultad de San Carlos de Madrid, donde fue primer disector de Anatomía gracias
a su fuerte vocación y a sus cualidades para ello; alumno interno de Patología
Quirúrgica con el Dr. Argumosa, del que se considera continuador de su obra, se
licenció en 1851 con sobresaliente en todas las asignaturas, fue premio
extraordinario y al año siguiente realizó su doctorado.
En 1854 obtuvo, por oposición, la plaza de
catedrático de Anatomía Quirúrgica y Operaciones en la Universidad de Granada,
que poco después quedó dividida en dos y permaneció como catedrático de Operaciones,
Apósitos y Vendajes; organizó, en la Universidad, el museo de instrumental de
la Facultad de Medicina; fue médico de la Beneficencia Provincial, profesor del
Liceo y Académico de la Real de Medicina de Granada.
En 1877 se traslada a Madrid, a la Universidad
Central, de la que llegó a ser rector en 1884, como catedrático de Patología
Quirúrgica. Tradujo del alemán los ocho tomos de la «Enciclopedia Internacional
de Cirugía», dirigida por el Dr. Ashurst. Académico de la Nacional de Medicina,
en la que ingresó en 1882 con un discurso sobre «Las cavidades orgánicas y sus
cubiertas», miembro de la Academia Médico Quirúrgica Española, condecorado con
la Orden de Isabel la Católica y senador en 1879 por la Universidad granadina,
se jubiló en 1890 y se retiró a su casa de Granada.
Publicó más de un centenar de libros y artículos,
entre los que destacan un Tratado elemental de anatomía médico-quirúrgica
(1861; 2ª ed., 1872), considerado como el mejor texto español sobre la materia,
y dos monografías que alcanzaron notable resonancia europea: el Ensayo
teórico-práctico sobre las resecciones subperiósticas (1862) y los Apuntes
para el estudio de una especie de tumores de los huesos que pueden llamarse
mielomas (1867). Además de sus escritos originales, dirigió las
traducciones castellanas de tres de los más importantes tratados quirúrgicos de
la época: el francés de Auguste Nélaton, el británico de John Eric Erichsen y
el norteamericano de John Ashhurst.
Falleció en Granada el 1 de junio de 1897.
Tomás Gismera Velasco