domingo, febrero 20, 2022

JOSE RAMÓN LÓPEZ DE LOS MOZOS. A propósito del Carnaval

  JOSE RAMÓN LÓPEZ DE LOS MOZOS. A propósito del Carnaval

 

 

   Aquel 16 de febrero de 2004, tras los saludos de rigor, don José Ramón López de los Mozos abrió la terna de las tres conferencias que daban paso a la celebración del Carnaval patrocinado por el Excmo. Ayuntamiento de Guadalajara:

 

   Llegan estas fechas y con ellas llega el tiempo de las confusiones, de los cambios y alteraciones de lo que normalmente consideramos como normal.

 


 

 

   Y continuó su charla, no demasiado extensa, hablando de todos esos cambios que por estos días se producen y que, al término de ella, cuantos la escucharon concluyeron en que, a la par que sorprendente, fue una de las mejores y más doctas intervenciones que ofreció a lo largo de su extensa carrera de estudiar las tradiciones populares de la provincia en que nació.

 

 



 

   Lo hizo en la capital, el día de enero de 1951, hijo de don José López de los Mozos Chacón y de doña Margarita Jiménez Descalzo, encaminando sus estudios hacía la docencia, y concluyéndolos como Profesor de enseñanza primaria, dedicación a la que no se entregó por mucho tiempo, pues hechas las prácticas, y dadas algunas clases por pueblecitos de la Alcarria, optó por incorporarse al funcionariado, dentro de la Diputación provincial de Guadalajara en los primeros años de la década de 1970, al tiempo que comenzaba a introducirse en la vida cultural de la ciudad. En el mes de octubre de 1972 ya era elegido Secretario del Club Alcarreño de Montaña. Tomando parte, en este mismo tiempo, en el homenaje que se llevó a cabo en numerosos pueblos alcarreños al autor del “Viaje a la Alcarria”, Camilo José Cela.

 

                  La obra de López de los Mozos abarca numerosos campos de la bibliografía provincial

 

 

   También hizo por entonces sus pinitos poéticos, declamando sus primeros versos en Sigüenza cuando comenzaba su andadura el año 1973; se significaba como coleccionista de libros de etnografía e incluso trató de llevar a cabo algunos ensayos políticos al presentarse a concejal al Ayuntamiento de Guadalajara. También comenzaba a colaborar en periódicos provinciales, y en el nacional Pueblo, sección Guadalajara, dando cuenta de lo que por aquí sucedía. Hasta incorporarse, en la primavera de 1975 al periódico provincial Flores y Abejas, con el que colaboraría por espacio de más de treinta años con artículos, principalmente, costumbristas e históricos.

 

   Complicado señalar de dónde le surgió la vena etnográfica y etnológica; la afición al coleccionismo de detalles pintorescos en torno al costumbrismo festivo o tradicional de la provincia de Guadalajara que se rindió a sus conocimientos, o al seguimiento de las tradiciones, de las costumbres o de las leyendas de una provincia adormecida en cuanto a ciertos asuntos y que, en esta década de 1970, comenzó a despertar. Ya le venía quitando las telarañas de esos sueños un hombre de estos pagos con el que López de los Mozos intimó, Sinforiano García Sanz, convertido en maestro, entendido y sabio, de algunos asuntos.

 

   Mucho del conocimiento que más tarde entregaría López de los Mozos a la provincia, llegaría sin duda de la sabia ciencia de García Sanz cuando, inteligente nuestro genio de Robledillo, población natal de don Sinforiano, y conociendo este la cara oculta de la política, cuando el alumno fue a convencer al maestro de que pusiese su biblioteca etnográfica a disposición de los alcarreños, se ofreció a ello, pero a cambio de…

 

   López de los Mozos fue el encargado de expurgar y catalogar los libros de García Sanz, y aquí surgió otra historia, otra aventura, puede que otra pasión. Y desde entonces, López de los Mozos se convirtió en una enseña de Guadalajara, queriendo hacer más destacable y grande una ciencia que hasta los últimos decenios del siglo XX había permanecido escondida entre las páginas de los libros de historia: la etnografía, las fiestas y las costumbres; el vestuario tradicional, los sonidos, los dichos… Todo aquello que no eran cuadros, murallas, iglesias o castillos. Que también formaban parte de la historia.

 

   Su conocimiento, y sus descubrimientos, los dio a conocer a través de todos los medios de prensa de la provincia de Guadalajara, diarios, semanarios o revistas mensuales o anuales con los que colaboró, dirigió o fundó; desde el mítico semanario Flores y Abejas, en el que inició sus pasos, a la “Prensa Alcarreña”; desde las revistas de Etnología de Guadalajara a la más que popular Revista de Folklore que, desde Ureña, en Valladolid, recorre el mundo.

 

   Descubrió y estudió las botargas de la provincia; los libros históricos de la provincia; las fiestas; la época oscura en la que los franceses ocuparon esta tierra que, encabezada por Juan Martín el Empecinado, se alzó contra ellos; la fotografía; las leyendas, las estelas discoidales, los despoblados, la toponimia provincial, la muletería de Maranchón, villa de la que fue Cronista oficial; las cofradías de la ciudad y provincia… A todo dedicó una parte de su tiempo. Del que con más detalle se tendrán que ocupar quienes detallen su extensa biografía.

 

Homenaje a Sinforiano García Sanz, con motivo de su centenario (De izquierda a derecha: T. Gismera Velasco, J. A. Alonso; A. Herrera Casado; F. Lozano Gamo y J. R. López de los Mozos)
 

 

   Y también al Carnaval dedicó su tiempo; por ello, al llegar estos días, el pensamiento se va a sus investigaciones, ya que fue uno de los pioneros en la provincia de Guadalajara en estudiar y plasmar en sus escritos las fiestas que, con sus excesos y con sus ruidos, preludian los silencios que están por llegar.

 

   Quizá por ello, quienes lo escucharon juzgaron que aquella, la conferencia sobre el Carnaval que dictó en el mes de febrero de 2004, fue una de sus mejores intervenciones en este campo. El público salió convencido, y complacido, de que nadie como él conocía sus ritos. En su intervención hablo de botargas, de vaquillas, de vaquillones, de zorras y zorramangos, de diablos y mascaritas, de alcaldes de mozos y de quintos, de testamentos y de cartas, de blasillos y de aguedillas, de gallos y de cabros, de inocentes y de inocentadas, de casados y casadillos…; todo confundido, todo en unidad, todo enmascarado…

 

   El 16 de febrero de 2004, impartió López de los Mozos la conferencia "A propósito del Carnaval"
 

 

   Y, al fin, tras treinta minutos de mantener al auditorio expectante, concluyó con su definición de lo que son estos días, que invitan al conocimiento o redescubrimiento de su obra, a fin de entender los que vienen:

 

   … el Carnaval significa la inversión y la escapatoria. Por eso se ríe de él mismo y de todos nosotros, partícipes envilecidos, y nosotros, a su vez, nos reímos de él, que somos nosotros mismos, nuestra forma de ser, nuestro espejo, nuestro sueño querido o denostado…, pero humano y nuestro al fin…

 

   Después de escucharle, a los oradores siguientes tan solo les quedaba una función: salvar sus máscaras. Y por estos días al público, su público, colocársela en su honor.

 

 

   José Ramón López de los Mozos Jiménez, escritor, historiador, bibliófilo y etnógrafo, nació en Guadalajara el 28 de enero de 1951. Falleció en Madrid el 15 de marzo de 2018, siendo sepultado al día siguiente en Guadalajara.

 

Tomás Gismera Velasco/Gentes de Guadalajara/Febrero 2022/Hernaresaldía.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario